Hace algún tiempo salió la noticia sobre la baja rentabilidad de la administración de los Fondos de Pensiones, que comparando con la del 2010, representa una caída de aproximadamente el 80%, encontrándose actualmente por debajo del 2%, esto debido principalmente entre otras causas, según los expertos, a las restricciones de inversión en valores extranjeros y a las inversiones en Bonos del Estado y Depósitos a Plazo Fijo (DPF) de Bancos que tienen tasas bajas.
Lamentablemente esta situación tiene como efecto que los aportantes que se jubilen en estas condiciones de rentabilidad de los Fondos de Pensiones, perciban una renta que no es suficiente para sostener sus necesidades básicas.
Las dos AFPs administran al rededor de 17.117 millones de dólares, pudiendo destinarse parte de esos recursos al financiamiento de diferentes sectores de la economía a fin de obtener mayor rentabilidad; sin embargo, no obstante que nuestro Mercado de Valores viene operando a través de entidades que actúan como canalizadoras de recursos y financiamiento, el impacto de la participación de las empresas, en cuyos valores invierten las AFPs en el Mercado de Valores (ya sea a través de valores de deuda o por las inversiones en fondos de inversión cerrados), no es suficiente para generar un óptimo rendimiento a los fondos de pensiones.
Es sorprendente conocer en nuestro país los diferentes proyectos diseñados y desarrollados por expertos profesionales, emprendedores e innovadores que no pueden llegar a ser ejecutados por falta de financiamiento, e inclusive muchos de ellos se lanzan a la aventura de buscar la obtención de un financiamiento a través de fondos extranjeros debido a que ven prácticamente imposible lograr un financiamiento a través de la Banca, ya sea por la inexistencia de flujos históricos (porque se trata de un proyecto nuevo) y también por la insuficiencia del respaldo patrimonial para la constitución de garantías, sumado al requerimiento de un apalancamiento propio de al menos el 50% del monto requerido para el Proyecto.
No obstante lo señalado, aún no existe la suficiente difusión respecto de las alternativas de obtención de financiamiento y de capital que existe a través de nuestro Mercado de Valores, inclusive en la gran mayoría de los casos las condiciones de financiamiento son más ventajosas que aquellas que podrían conseguirse de fondos extranjeros. Sin embargo, los demandantes de los recursos las desconocen o no las entienden en su verdadera dimensión y en su mapa financiero local solo permanece la Banca.
La existencia de diferentes vías de financiamiento en el Mercado de Valores como ser: la Titularización ya sea de activos o flujos futuros, la emisión de bonos, bonos participativos, pagarés bursátiles, o la obtención de financiamiento a través de fondos de inversión cerrados administrados por la Sociedades Administradoras de Fondos de Inversión (SAFIs), otorgan la posibilidad real de que el Proyecto pueda ser ejecutado en la medida que los flujos de ese Proyecto se encuentren debidamente respaldados, no necesariamente a través de garantías reales convencionales, sino a través de contratos de ventas a futuro, compromisos de proveedores y otros tantos mecanismos de cobertura destinados a asegurar el flujo que vaya a generar el Proyecto. Asimismo, es relevante mencionar que los requerimientos para la obtención de dicho financiamiento generalmente están más al alcance del cumplimiento del inversionista, toda vez que la exigencia del respaldo patrimonial y el aporte del capital propio en el Proyecto no serán necesariamente los que requiere la Banca.
Por tanto, se tiene por una parte la existencia de los recursos que se encuentran en los Fondos de Pensiones y por otra, existe la posibilidad de canalizar dichos recursos a los Proyectos mediante la estructuración de financiamientos a través de los vehículos financieros mencionados, consiguientemente es posible financiar la ejecución de Proyectos de diferente índole, inclusive aquellos en los que participen conjuntamente el Estado y el sector privado, lo cual coadyuvaría a un rendimiento mayor de los Fondos de Pensiones, a mejores condiciones de jubilación, a un mayor desarrollo de los diferentes sectores de la economía de nuestro país y a la generación de mayores fuentes de trabajo.
(*) José Díaz Molina
Es abogado especializado en el Sector Financiero, Socio de SC Corporate Finance